La herramienta, que ha ido evolucionando desde su primera versión lanzada en 2012, permite monitorear y reducir las emisiones de GEI de la cadena de suministro, así como a proteger la biodiversidad.
Todos los productores miembros de la RSPO (Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible) deberán utilizar en sus auditorías de certificación, la Calculadora PalmGHGen, para medir y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) vinculadas a toda la cadena de producción y guiar las oportunidades de mejora. Esta información deberá ser presentada en una Comunicación Anual de Progreso (ACOP por sus siglas en inglés).
Los productores certificados estarán comprometidos a reducir o minimizar sus emisiones, y entre las medidas recomendadas para lograr esta meta, se incluyen el uso de plantas de captura de metano y otras herramientas como las prensas de banda de filtro (un tipo de equipo de filtración de separación sólido-líquido usados ampliamente para procesar aceites), dejando a las empresas elegir el enfoque que mejor se adapte a sus operaciones.
Con el objetivo de hacer más sostenible su negocio, los miembros de la RSPO han implantado otras medidas que han dado como resultado una menor presencia de turberas en plantaciones certificadas, un aumento de buenas prácticas de conservación de la naturaleza y mejor tratamiento del agua usada en la transformación del aceite de palma.
Las principales fuentes de emisiones en la cadena de suministro de palma aceitera están relacionadas con el cambio de uso de la tierra, el cultivo de turberas y las aguas residuales derivadas del procesamiento. Se debe destacar que las emisiones derivadas del uso de fertilizantes no son significativas con respecto a las causas mencionadas anteriormente.
También se ha comprobado, mediante estudios sobre el ciclo de vida del producto, que el aceite de palma certificado como sostenible tiene un impacto reducido tanto en términos de calentamiento global como de pérdida de biodiversidad.