El IPCC, órgano internacional encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático, sus impactos y sus futuros riesgos potenciales, acaba de publicar las conclusiones de su informe ‘El cambio climático y la tierra’. En él se afirma que “la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, incluido el de la tierra y el alimentario, es el único modo de mantener el calentamiento global muy por debajo de 2°C”. Entre otras prácticas, se recomienda adoptar nuevos métodos de cultivo y cambiar los hábitos alimentarios, por ejemplo, reduciendo el consumo de carne.
En el capítulo 7 de este documento, dedicado a la toma de decisiones en relación con desarrollo sostenible, se plasman casos de reciclaje de residuos para la mejora del suelo. Se menciona, por ejemplo, el uso de racimos de palma aceitera sobrante para generar bioenergía.
La certificación de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO), creada por diferentes actores de la cadena de suministro como productores, refinadores, o fabricantes de productos de consumo para implementar estándares de producción, aparece reflejada en la tabla-resumen de esquemas de certificación con un enfoque en el uso de la tierra y el clima.
