A principios de 2020, el año límite en el que muchas empresas se comprometieron a que sus cadenas de suministro estén libres de deforestación, los resultados del informe “Palm Oil Buyer Scorecard 2020” de WWF revelan que mientras algunas empresas están haciendo progresos en el aceite de palma sostenible, otras están haciendo poco o nada en absoluto.
Las compañías que han tenido en cuenta la estrategia de la palma sostenible es sus agendas empresariales han conseguido más de 19 puntos en la valoración del informe, ya que han cumplido con los compromisos públicos de incorporar aceite de palma sostenible en sus cadenas de suministro, así como invirtiendo tiempo y recursos más allá de su propia cadena para apoyar una industria responsable.
La puntuación media que han obtenido las empresas evaluadas ha sido de 12,6 puntos de 22, pero solo las tres cuartas partes tienen un compromiso público de obtener el 100% de aceite de palma certificado, compromiso básico que todos deben asumir para motivar a los productores a avanzar hacia métodos de producción sostenibles. Asimismo, solo dos tercios de las empresas que se comprometieron a ser 100% libres de deforestación han conseguido cumplir con este objetivo.
De las 173 empresas evaluadas, todas menos 32 son miembros de la RSPO. Si bien este es un indicador clave de que la RSPO ha sido fundamental para lograr que la industria sea más abierta, 50 compañías no presentaron su informe de Comunicación Anual de Progreso (ACOP), un requisito básico de membresía de la RSPO y, por lo tanto, aún deben avanzar hacia el 100%.
Estos compromisos públicos formales, junto con la transparencia, crean responsabilidad en las empresas, y les permiten establecer acciones y políticas que promuevan la sostenibilidad de la industria del aceite de palma en su conjunto. También permite a los clientes y otras partes interesadas ver el trabajo que realizan las empresas en este ámbito y comprender los progresos que la industria está realizando.
Más allá de los datos negativos, sí hay empresas que están progresando en el camino hacia el aceite de palma sostenible. En total, son 14 las empresas que han demostrado que es posible obtener CSPO segregado (SG) 100% certificado por RSPO para todas sus compras de aceite de palma crudo y refinado (CPO).
¿Y qué pueden hacer las compañías para mejorar?
Con las conclusiones obtenidas por WWF, se han proporcionado una serie de recomendaciones que todas las empresas que usan productos de palma deben seguir, entre las que destaca asegurarse de que su propia cadena de suministro sea sostenible y libre de deforestación y conversión de ecosistemas naturales.
También tienen una responsabilidad y un papel que desempeñar para apoyar una industria responsable y sostenible que esté libre de deforestación y conversión. Las empresas necesitan pasar de simplemente eliminar el riesgo de su propia cadena de suministro, a un enfoque pro-ambiente y pro-gente.
El aceite de palma es, con mucho, el aceite vegetal más productivo producido actualmente a gran escala, y utiliza menos de la mitad de la tierra requerida por otros cultivos para producir la misma cantidad de aceite. Por lo tanto, reemplazar el aceite de palma con otros tipos de aceite vegetal significaría que se necesitarían grandes cantidades de tierra, lo que aumenta el riesgo de que se necesiten más bosques. Por lo tanto, es mejor trabajar con la industria del aceite de palma para alentar la producción sostenible en lugar de intentar boicotear el uso de sus productos.