El Día Mundial del Medio Ambiente y el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, celebrados el 5 y el 17 de junio respectivamente, son dos fechas que la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible tiene marcadas en su calendario anual de forma permanente porque tienen un gran significado para la conciencia y la acción global a favor del medio ambiente.
Con estos días, las Naciones Unidas (ONU) tienen por objetivo sensibilizar a la población mundial sobre temas ambientales, motivar a la sociedad a convertirse en agentes activos del cambio de actitud hacia temas ambientales y promover el uso adecuado de la tierra mediante prácticas sostenibles.
El principal objetivo de la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible es intentar lograr una cadena de producción de este ingrediente que sea sostenible y que brinde a los consumidores total confianza. Para ello, la Fundación se encarga de divulgar y promover el conocimiento y las acciones sostenibles que pueden llevar a cabo las empresas importadoras de aceite de palma, como puede ser la adhesión a certificaciones independientes que aseguren que el producto se obtiene e importa de forma que se respeten los recursos medioambientales y los ecosistemas a lo largo de toda la cadena.
Así, la Fundación colabora con la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO) (Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible), una organización internacional sin ánimo de lucro que une a todos los agentes -productores, comercializadores, industria, distribución, inversores y ONGs- para desarrollar y aplicar estándares globales para el aceite de palma sostenible. Actualmente, es el único organismo que promueve un estándar de sostenibilidad respecto a la industria del aceite de palma.
Esta entidad ha creado un sistema de certificación de aceite sostenible (CSPO) que dictamina determinados criterios y sistemas de auditoría que buscan garantizar que la producción de aceite de palma respete los derechos laborales y de las comunidades indígenas, que no se ocupen nuevas zonas de elevado valor medioambiental y que no se amenace la biodiversidad, además de promover prácticas agrícolas más limpias.
El cultivo del aceite de palma certificado es un medio para proteger el medioambiente, que neutraliza la degradación de las tierras y disminuye la sobrexplotación y la deforestación. Del mismo modo, favorece el respeto por la biodiversidad y las diferentes variedades de seres vivos y plantas que hay en el planeta. La sustitución del aceite de palma por otro aceite vegetal o grasa animal requiere del uso de más superficie de cultivo, una medida que sería contraproducente para el ecosistema, ya que las empresas tendrían que comprar aceites alternativos que utilizan más tierra.
Por estos motivos, desde la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible, queremos aprovechar el Día Mundial del Medio Ambiente y el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía para recordar que la producción certificada de este ingrediente y su uso sostenible ayudan a mantener y mejorar ecosistemas de gran valor y fomentan la acción ambiental.