Jordi Soler: ¿Qué supone sustituir la grasa de palma de los productos alimentarios por otro ingrediente?

El aceite de palma es actualmente el aceite más producido y comercializado en el mundo. Sus usos son muy variados tanto en industria (fabricación de biodiésel para transporte y energía), como en la industria oleo química (perfumes, jabones, cremas, barras de labios, detergentes), como en alimentación animal y alimentación humana.

El aceite de palma se obtiene del fruto de la palma, que forma un racimo grande con muchas frutas rojas compactadas. Cada racimo puede pesar hasta 25 kilos y no hay otra materia prima (“commodity”) agrícola en el mercado más vigilada, monitorizada y trazable que la palma.

Tras las últimas noticias de algunas empresas y distribuidores que renuncian a la utilización de aceite de palma en sus productos alimentarios, la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible pregunta al responsable de I+D en Lípidos Santiga (LIPSA), Jordi Soler, qué supone está decisión.

Según Soler, aunque el aceite de palma pueda ser sustituido por otros productos, ningún otro ingrediente aporta al alimento la estructura, consistencia, estabilidad, funcionalidad, y versatilidad, en general, como la palma.

“Vamos a cambiar esta grasa por otra grasa con la misma consistencia que representa los mismos niveles de saturados, con lo cual, el perfil nutricional se mantiene, vamos a tener el mismo porcentaje de ácidos grasos saturados, con lo cual no mejoramos”, advierte Jordi Soler. Respecto a la disponibilidad, el responsable de I+D de LIPSA explica que “no existe en el mundo una grasa con el mismo volumen que la grasa de palma”. Otra grasa alternativa como, por ejemplo, la de karité es exótica y poco abundante. Además, ésta y otras alternativas de la grasa palma han mostrado ser entre 5 y 6 veces más caras.

También es importante tener en cuenta, según Jordi Soler, la sostenibilidad. Otros cultivos no tienen certificado de sostenibilidad, sin embargo, la grasa de palma es sostenible; está auditada, certificada, verificada y disponible para poder ser utilizada.