El aceite de palma desempeña un papel importante en nuestra vida cotidiana y la demanda de este aceite vegetal, el más versátil del mundo, está aumentando desde hace años, al igual que la oferta. Con este crecimiento económico, aumenta el riesgo de procesos de producción insostenibles que destruyan los bosques tropicales y las turberas y de prácticas poco éticas que amenacen los medios de subsistencia de los pequeños agricultores y las comunidades circundantes.
Europa, como el segundo mayor importador mundial de aceite de palma, tiene un papel importante que desempeñar para garantizar que el 100% del aceite de palma y de su uso sea sostenible.
Con este fin, IDH (The Sustainable Trade Initiative) y MVO (The Netherlands Oils and Fats Industry) establecieron el proyecto europeo de aceite de palma sostenible (ESPO) en 2015, unificando a los actores de la cadena de suministro en Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y el Reino Unido, y trabajando con los gobiernos y los organismos comerciales para desarrollar planes de acción específicos que permitan alcanzar el 100% de la certificación de aceite de palma sostenible en Europa para 2020. Tres años después, y a dos años de nuestro objetivo, ¿cómo nos va?
El pronóstico general es alentador: el 99% del aceite de palma que entra en Europa es trazable hasta el molino. Más del 84% de todo el aceite de palma está cubierto por las políticas de sostenibilidad de las empresas que se centran en “Sin deforestación, sin turberas y sin explotación”. Asimismo, el 74% del aceite de palma importado para alimentación en Europa es aceite de palma sostenible certificado por la RSPO.
No obstante, para alcanzar el objetivo de 2020, se necesita urgentemente aumentar la demanda de aceite de palma sostenible en toda la cadena de valor. Por lo tanto, el sector privado, los gobiernos y las ONG, deben intensificar su acción para lograr este objetivo. Pedir la prohibición del aceite de palma no detendrá la deforestación y no ayudará a mejorar los medios de subsistencia de los agricultores pero podemos esforzarnos por mejorar tanto los paisajes como los medios de subsistencia defendiendo una producción más ética.
Quedan dos años para lograr un aumento del 25% en la importación de aceite de palma sostenible. Sin embargo, solo a través de un aumento de nuestros esfuerzos combinados impulsaremos el cambio hacia un aceite de palma sostenible certificado al 100% que se pueda rastrear hasta las plantaciones para el año 2020.
Aceite de Palma sostenible en España
La Fundación Española de Aceite de Palma Sostenible se constituyó formalmente en junio de 2017 con el objetivo de promover el consumo de aceite de palma certificado como sostenible y equilibrar el debate sobre este producto en temas de salud y sostenibilidad.
Actualmente, cuenta con doce empresas miembro comprometidas a cumplir con el objetivo marcado por la Unión Europea de emplear el 100% de aceite de palma sostenible en sus productos de aquí al 2020.
Entre las principales metas de la Fundación se encuentra el aumentar el número de miembros participando activamente con otras empresas y socios de la cadena de suministro en las industrias de alimentos y piensos y en la venta al por menor.
La Fundación defiende el aceite de palma sostenible desde tres perspectivas claves:
- Responsabilidad ambiental a través de la certificación de la RSPO para asegurar la conservación del planeta.
- Compromiso con el consumidor para controlar el cumplimiento de la legislación vigente, tanto en materia de sostenibilidad y nutrición como de seguridad alimentaria.
- La sostenibilidad económica como motor económico y de desarrollo en los países productores.
Actividades
Varias de las actividades llevadas a cabo por Fundación Española de Aceite de Palma Sostenible se dirigen a equilibrar el debate público sobre el aceite de palma. Esto incluye la investigación, la rectificación de informes de noticias, la difusión de información y la participación de las partes interesadas a través del diálogo y la organización de seminarios.
Gracias a las investigaciones realizadas en los últimos años, ahora se sabe mucho más sobre el aceite de palma. Entre los estudios realizados se encuentra uno sobre la sostenibilidad y el aceite de palma; otros sobre la nutrición y el aceite de palma y el aceite de palma en la dieta española -que pretendían desacreditar la idea de que los productos contienen mucho aceite de palma ya cuentan con una cantidad normal en términos de dieta-; y una última investigación, todavía en proceso, sobre la economía del aceite de palma en España.
Asimismo, la Fundación Española del Aceite de Palma envía trimestralmente un newsletter dirigido a 1.000 contactos interesados en ampliar información sobre la sostenibilidad y el aspecto nutricional del aceite de palma. El contenido de este boletín enlaza con la página web de la fundación y se comparte en las redes sociales.
Además, responde proactivamente a las consultas de los medios de comunicación sobre el aceite de palma. Tal y como afirma Horacio González Alemán, asesor ejecutivo de la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible: “Hacemos contacto y enviamos información, especialmente cuando se está difundiendo información inexacta”.
Entre las acciones realizadas, la Fundación mantiene un diálogo activo con ONGs, minoristas y asociaciones industriales para acercarlas al aceite de palma sostenible.
Además, en 2018 organizó dos seminarios. Al primero de ellos, organizado en mayo, se invitaron a 30 empresas, entre ellas la RSPO y ONGs, para hablar sobre la sostenibilidad del aceite de palma. El segundo seminario, organizado julio, giró en torno a un documento elaborado por diez profesores especializados en alimentación, seguridad alimentaria y sostenibilidad, que presentaba un análisis completo sobre el sector.
Evolución
Varios expertos españoles que trabajan con la Fundación han hecho una estimación sobre las ventas de aceite de palma sostenible en España desde el 2013. Según los datos recogidos hasta junio de 2018, las ventas en este último año muestran un aumento sustancial en comparación con 2017 y años anteriores, siendo mayor que el aumento entre 2016 y 2017.
En 2018, las ventas en España de aceite de palma certificado como sostenible alcanzaron el 43,7% del total de este producto, cuyo uso fue para la alimentación humana y animal y para aplicaciones oleoquímicas (sin incluir biodiesel).
El aceite de palma certificado como sostenible vendido en aplicaciones monitoreadas aumentó un 11% entre 2018 y 2017, mientras que el año anterior solo registró un aumento del 4%. Su uso en la alimentación humana ha aumentado un 12% en comparación con 2017 y sigue en aumento. La venta de aceite de palma sostenible en 2018, en general, aumentó ligeramente en un 6% en comparación con 2017, pero las ventas para aplicaciones de alimentos humanos parecen haber aumentado un 12%.
La mayor parte del aceite de palma sostenible empleado en alimentación humana ha sido en galletas y margarina, mientras que la mayor parte del aceite de semilla de palma se utiliza en chocolate y margarina. Hasta junio de 2018, en España se vendieron un total de 46.345 toneladas de aceite de palma sostenible y 9.840 toneladas de aceite de semilla de palma sostenible.
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