El pasado 22 de marzo, el Think Tank Competere organizó una mesa redonda para debatir sobre las grasas saturadas desde una perspectiva diferente a la habitual, ya que con frecuencia se critican injustamente de ser perjudiciales para la salud.
En dicho evento moderado por Pietro Paganini, presidente y cofundador de Competere, participaron dos grandes conocedores de la materia, Francesco Visioli, profesor de la Universidad de Padua, y Kalyana Sundram, experto en aceites y grasas, en particular del aceite de palma.
Francesco Visioli desacreditó la teoría ampliamente generalizada de que las grasas saturadas son malas para nuestra salud porque incrementan el colesterol LDL, conocido popularmente como colesterol “malo”. Además, analizó el origen de estas grasas en los consumidores de Italia y España, destacando que la mayoría proceden de productos lácteos, cuyo consumo tiene un papel neutro o beneficioso en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Por su parte, Kalyana Sundram, recalcó que la evidencia científica disponible hoy en día ha demostrado que el aceite de palma no posee componentes específicos capaces de producir efectos negativos en la salud, teniendo un efecto neutro en el metabolismo del colesterol. Asimismo, recalcó que en la cultura occidental el aceite de palma contribuye en un porcentaje irrelevante a la ingesta de ácidos grasos saturados.
Tras el debate, los ponentes desmontaron así uno de los mitos negativos más extendidos sobre las grasas saturadas, y afirmaron que su consumo, dentro de una dieta equilibrada y en un contexto de estilo de vida saludable, no tiene efectos perjudiciales para la salud, es más, concluyeron que son un elemento esencial de la misma.
Aun así, también afirmaron que siguen siendo necesarios más estudios e investigaciones al respecto para precisar sus propiedades fisiopatológicas (análisis de las enfermedades que tienen lugar en los seres vivos mientras estos realizan sus funciones vitales).
Relacionado con esta temática, invitamos a los lectores a obtener más información en dos publicaciones de gran rigor científico que pueden resultar de interés para ampliar conocimientos: “Análisis de la evidencia científica de la reducción de la ingesta de grasas saturadas” e “Ingesta dietética del aceite de palma y su posible impacto en la salud del consumidor: revisión sistemática de la evidencia científica actual”.
Irene Castillo
Asesor Científico