En los últimos meses hemos hablado en numerosas ocasiones de las particularidades del Reglamento Europeo contra la Deforestación (EUDR), y esta vez nos centraremos en las principales estrategias que tendrán que llevar a cabo las cadenas de suministro y en cómo tendrán que renovar sus procesos organizativos y de producción, e incluir la trazabilidad completa de su cadena. Sin embargo, debido a la idiosincrasia de cada uno de los actores implicados nos preguntamos si todos ellos pueden garantizar la trazabilidad.
Los principales transformadores de alimentos y los productores y comerciantes de productos básicos ya disponen de la tecnología necesaria para garantizar la trazabilidad de sus productos (fundamentalmente satélites que permiten la geolocalización). No obstante, al ser el requisito más complejo y exigente, los pequeños productores y las empresas transformadoras de alimentos más pequeñas, pueden encontrar obstáculos para asegurar este requisito.
La situación planteada anteriormente es compleja y requiere de la participación, colaboración y apoyo de las autoridades y entidades para que los pequeños productores puedan transicionar en un periodo de tiempo razonable hacia una cadena de suministro rastreable.
En ese marco contextual, el pasado día 20 de junio, el Think Tank Competere celebró una mesa redonda moderada por su presidente, Pietro Paganini, que contó con la intervención de tres ponentes procedentes de diferentes empresas altamente implicadas en garantizar la importación de productos sostenibles mediante cadenas de suministro certificadas: José Ángel Olivero, Director Comercial de Lípidos Santiga S.A; Luis Francisco Dangond-Lacouture, Director y Gerente General de Oilsum Olequimica; y el presidente y fundador de OPTEL, Louis Roy.
Durante el evento se evidenció la preocupación del sector por la complicidad que va a suponer a los pequeños productores garantizar todos los requisitos exigidos en el EUDR y la carrera a contrarreloj poco realista -su cumplimiento está estipulado para noviembre de 2024-.
Además de la trazabilidad, el reglamento recoge otros aspectos como la debida diligencia o la recopilación de información que conllevan otras complicaciones como la gestión de la privacidad de los datos proporcionados por la geolocalización, etc.
Abordar estas preocupaciones y debatir las diversas perspectivas, es ya esencial, pues tal y como se concluyó en la mesa redonda, no existe una única solución viable, sino que se deben explorar diferentes opciones, fomentar la comprensión y seguir luchando por un enfoque equilibrado que no solo proteja el medio ambiente, sino que también respalde el bienestar de los pequeños agricultores y la sostenibilidad de las cadenas de suministro globales.
Irene Castillo
Asesor científico